Menos de un día y tres lugares en la agenda por contemplar. Si llegas a Huancayo y visitas la provincia de Chupaca, su plaza mayor, la Laguna de Ñahuinpuquio y Arwaturo son los puntos esenciales a disfrutar.
Una taza con café bien caliente, un pancito serrano y jirones de lechón en plato de plástico son algunos de los placeres que ofrece la feria de Chupaca cada fin de semana en su plaza principal, donde stands de colores alzan sus estandartes ofreciendo el mejor desayuno de la mañana, la ciudad y, para algunos, de la región.
Los panes también son las estrellas del lugar. En grandes canastos de mimbre una importante variedad de “panes serranos” saltan a la luz, desde los más pequeños hasta los más grandes.
Estos días suelen estar muy activos, ya sea por la feria misma hasta por la música de bandas que puedan estar presentes, Chupaca sorprende; así como el rostro Shapish que te recibe y el cual es un mirador.
Esta antesala a la Plaza Mayor de Chupaca tiene una historia inspiradora, pues tiene a la Iglesia Mayor San Juan Bautista y el escudo de la ciudad pintado en un muro con una frase reveladora: “Provincia heroica”.
En 1882, la provincia que se llamaría Chupaca en 1995, hizo frente a las fuerzas chilenas ante los intentos de sometimiento. De hecho, la iglesia mencionada fue maltratada con fuego en un intento de borrarla de la ciudad. Pese a ello, resistió gracias al esfuerzo de sus ciudadanos. Ahora se puede disfrutar de actividades, como la fiesta patronal y la fiesta de San Pedro.
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