El Pisonay es una especie de árbol al que se le identifica con el nombre científico de Erythrina falcata, Benth. También es una planta de tallo grueso, con altura semejante a la de un edificio de más de 8 pisos y con una edad casi tan longeva como la de una tortuga gigante de Galápagos, especie que puede llegar a vivir cerca de 200 años.
No puede pasar desapercibido en los lugares en que se le encuentra, principalmente en los andes centrales y en los pueblos del valle sagrado de los Incas. Ente ellos Andahuaylas, Apurimac, Cajamarca y el Cusco. De hecho, es tan querida por la gente con quienes convive que hasta recibe reconocimiento. La Municipalidad Distrital de Yucay de la provincia de Urubamba así lo hizo en julio del 2021, nombrándolo árbol patrimonial, y una artista mollepatina como la Florcita de Salkantay, también en 1987.
El Pisonay de Mollepata, como también se titula la canción de la cantante, es lo primero que ves al llegar a la plaza del distrito del mismo nombre, ubicado en la provincia de Anta. Bajo las nubes que parecen porciones de algodón y rodeado cerros majestuosos que simulan faldas verdes se encuentra, allí, en el centro de la plaza, imponente, adornado por otros arreglos ornamentales que embellecen la estancia de niños, jóvenes y adultos mollepatinos.
Este gigante silencioso resguarda a pajaritos que cantan y a las personas que se sientan a su alrededor. Es testigo de historias infantiles, romances juveniles y el paso lento de adultos mayores. También contempla el asombro de pocos turistas nacionales y extranjeros que llegan a Mollepata y lo primero que hacen es destacar su tamaño para, después, capturar su singularidad en una foto.
Y es que el lugar donde se encuentra el Pisonay es una ruta más para llegar a una de las maravillas del mundo, el Machu Picchu. El tour libre consta de 5 día y 4 noches. Llegas de la ciudad del Cusco a Mollepata y desde ahí inician la caminata.
Muchos turistas ven el árbol desde un auto a prisa por cumplir un itinerario, pero para otros, quienes gustan de prolongadas caminatas y del turismo rural, es el punto de partida para atractivos relativamente cercanos como la laguna de Humantay, laguna de Salkantay, Choquechurco y Yinfe.
Poco o nada se viene hablando de este lugar especial, en el que predominan las personas jóvenes y quienes creen que el turismo se viene volviendo preponderante para su economía. No obstante, hay adultos quienes no le dan tanta relevancia al dinero porque sus chacras proveen alimento. El Pisonay como árbol viejo solo observa y observará, en silencio, las decisiones que los mollepatinos tomarán para su economía y para su bienestar.
Pero al final él siempre estará allí mudo, rodeado de urq’us sabios, viendo las décadas pasar.
